Miguel Torres Maczassek quinta generación de Bodegas Torres visita la Ciudad de México



Por Marco Miranda

Torres es un nombre ubicuo para la mayoría de sibaritas, enófilos y gastrónomos en México, tanto en vinos como en destilados. Su presencia en nuestro país data de décadas y ha aumentado en varios segmentos del mercado, en particular con el brandy Torres 10. Empero, la afortunada ocasión que nos ocupa ahora se trata del vino: Miguel Torres Maczassek, quinta generación de la familia y Director General de Bodegas Torres, visitó esta ciudad capital en fecha reciente. Como parte de sus actividades, nos ofreció una memorable comida-maridaje, exaltada por cinco de sus vinos de alta gama, amén de la presentación de un deleitable espumoso elaborado con el método tradicional, de reciente aparición en el mercado, el Vardon Kennett, nombrado así en honor a un tránsfuga inglés que desarrolló viñedos en Cataluña en el s. 19.

La sede de este ágape, seleccionada con toda precisión, fue el restaurante Lur, el relativamente nuevo feudo de Mikel Alonso y Gerard Bellver, copropietarios del Biko, que ha figurado entre los mejores 100 restaurantes del mundo los últimos cinco años. Y vaya que todo estuvo a la altura de la ocasión: jamón ibérico, quesos maduros y frutas nos dieron la bienvenida para abrir boca, siendo acompañados por el espumoso, que con su equilibrada acidez se fusionó gratamente con estos nobles elementos.

Restaurante Lur recibió a Miguel Torres Maczassek e invitados

Recepción con quesos y fruta

Vinos catados en la experiencia gastronómica

El primer tiempo consistió en un salmón curado con jocoque cremoso, cuyo par fue el delicioso Milmanda 2013, un chardonnay de Conca de Barberá con 12 meses de barrica, que se casó armoniosamente con la potencia grasa del pescado; un maridaje certero, ya la potencia del salmón amerita un blanco con barrica; contrariamente a la creencia común, un vino blanco sin ésta, se ve opacado por aquélla. El nombre Milmanda hace honor a un castillo medieval del s. 12, ahora propiedad de la familia.

A continuación, nos fueron servidos unos pimientos rellenos de carne Wagyu, acompañados del potente Mas La Plana, considerado el mejor cabernet sauvignon catalán, incluso por sus competidores; empero, es necesario precisar que esta potencia tánica jamás resulta agresiva al paladar, por el contrario, es equilibrada por una buena dosis de fruta que aún perdura en este 2012, que aún tiene, al menos, un par de años más de guarda.

El tercer tiempo fue un solomillo de cerdo ibérico con hongos y queso azul, exaltado por el poderoso y a la vez elegante Reserva Real 2010, un ensamble de Cabernet Sauvignon, Merlot y Cabernet Franc, con 18 meses de barrica nueva francesa; sus taninos bien fundidos danzaron en el paladar con la combinación de la sutileza del cerdo y la potencia del queso.

Seguimos con garbanzos con panza de cerdo (sí, panza de cerdo, aunque en todos los restos donde se ofrece la llaman pork belly); evidentemente una preparación grasa, la cual se vio bien equilibrada por el refinado Grans Muralles 2010, una mezcla de Garnacha Tinta, Cariñena, Monastrell, Garró y Querol, proveniente de una parcela que data de la Edad Media, también con 18 meses de roble francés nuevo; las últimas dos variedades son autóctonas de la zona, que casi se habían extinguido, y los enólogos de Torres han logrado recuperarlas con la evidente intención de dar un carácter único a este vino: el resultado, en este sentido, es muy afortunado: la peculiaridad se aprecia claramente en nariz y en boca.

El quinto tiempo consistió en un rib-eye añejado con salsa cremosa de pimiento verde y aceite de hinojo; desde luego, se dejó para este opulento  plato final el vino con más estructura y presencia tánica, el Priorato Perpetual 2014, mezcla de garnacha tinta y cariñena, de vides de entre 80 y 100 años; esto es realmente un tesoro en el Mundo-Vino, ya que a más edad tiene una planta, su rendimiento es menor, pero concentra mucho más todas las cualidades que habrán de resultar en una compleja experiencia gustativa. A ésta también contribuye el peculiar suelo del Priorato, compuesto por piedras llamadas localmente licorella, pizarra en castellano, las cuales se componen por rocas metamórficas laminadas, formadas hace millones de años, las cuales aportan un toque mineral que es inconfundible.

Para cerrar de la manera más dulce todo este conjunto de sensaciones, el Torres 20, un brandy que derrotó en una cata ciega a varios cognacs (hay decirlo, su estilo es mucho más francés que español), acompañó armoniosamente a un pastel cremoso de chocolate con crema avainillada y salsa de chocolate.


Rib-eye añejado con salsa cremosa de pimiento verde y aceite de hinojo


Garbanzos con panza de cerdo

Pastel cremoso de chocolate con crema avainillada y salsa de chocolate

Además de la calidad de sus diferentes líneas de productos, es justo mencionar que otro factor para favorecer esta marca, es el hecho de que a Miguel Torres padre se le ha llamado el Al Gore del vino: su vocación ecologista y de sustentabilidad es patente en sus emprendimientos, no sólo en sus viñedos y bodegas, sino en las comunidades donde se encuentran. Y Miguel Jr. me lo confirmó con estas palabras: “Tenemos que hacerlo nosotros, no se lo podemos confiar todo al gobierno”. Un enfoque que ojalá y se extienda ampliamente en nuestra sociedad civil. ¡Salud!

Sobre Marco Miranda:
Experto periodista gastronómico y catador de vinos. En búsqueda constante por las nuevas tendencias en la industria del vino.


¡Únete a nuestra comunidad en Facebook: Entre Copas y Corchos!
¡Sigue nuestra información en Twitter: @copasycorchos!
¡Disfruta de las delicias en Instagram: @copasycorchos!




Otras notas relacionadas:
FEVINO Ciudad de México ofrece una imagen de la actualidad del vino mexicano
Apothic Wines: Seducción y misterio
10 magníficos regalos para los amantes del vino


Monte Xanic se convierte en la tercera bodega de mayor valor en la industria de vino mexicano
Monte Xanic cumple 30 años este 2017 y llega como la tercera bodega de mayor valor en la industria del vino en México
La cocina mexicana, va con vino mexicano
Es un mito equivocado pensar que la cocina mexicana tradicional no puede ser acompañada con vino mexicano
Monte Xanic, Viña Kristel: Frescura frutal
Un sauvignon blanc frutal y con gran frescura, perfecto para días soleados
Frescura es el encanto de los vinos rosados
Vinos de gran frescura, perfectos para época de calor
Vinos Mexicanos reconocidos por calidad en el Concours Mondial de Bruxelles
En Bruselas han reconocido con medallas de Oro al vino mexicano
Festival Gastronómico Oaxaqueño en restaurantes de CDMX
Los platillos más representativos de la deliciosa cocina Oaxaqueña en Ciudad de México

SIGUENOS EN INSTAGRAM
 Síguenos en Instagram

No hay comentarios :

Publicar un comentario

¡Hola!, ¡Gracias por tus comentarios!