El afamado enólogo Hugo D'Acosta ofreció en la hermosa Hacienda de San Andrés Retana
una versión itinerante de vendimia de sus proyectos vitivinícolas
Por Norma Zárate
Twitter: @normazaratevid
Fotos: José Sandoval (Dr. Salsa)
La sommelier Norma Zárate comparte cómo vivió una jornada de música, gastronomía y vino en compañía de uno de los pilares del vino mexicano contemporáneo
Hay veces que siendo citadino se desea escapar de la urbe, aunque sabemos que no es fácil ya que el trabajo y la vida misma nos atrapa en esta ciudad tan complicada. Pero cuando te invitan a un lugar a las afueras no lo piensas ni un segundo. Así me sucedió hace una semana cuando nos invitaron a una "Vendimia Itinerante" con la presencia y los vinos del enólogo Hugo D'Acosta en la hermosa Hacienda San Andrés Retana.
Nuestra aventura dio inicio con un rico desayuno en el restaurante Broka y de ahí partimos a la hacienda. Después de un rato en carretera, la ciudad quedó atrás y nos introducimos a un valle agrícola. De pronto quedamos embelesados al estar rodeados de milpas y el camino empedrado nos indicaba que ya estábamos por llegar a nuestro destino.
A nuestro arribo nos esperaba una bienvenida de estilo campirano amenizado por un dueto que interpretaba música mexicana. El vino no podía faltar y empezamos a disfrutar un refrescante Espuma de Piedra EP+bn, el cuál envolvió de burbujas nuestro paladar. Para entonces el sol ya estaba en todo su resplandor y la charla entre los invitados -sommeliers, restauranteros, distribuidores y el equipo de trabajo de Hugo D'Acosta- se empezó animar y de pronto se hicieron presentes ostras de Baja California que armonizaron con las burbujas convirtiéndose en un ¡fantástico aperitivo!
Nos recibió el enólogo Hugo D'Acosta quien comentó el delicioso programa de la jornada haciendo énfasis en recordar que se debe trabajar en conservar la vocación agrícola de los valles de Baja California y por esa razón surgió la idea de hacer una fiesta de la vendimia fuera de ésta zona. También comentó que había que cambiar la percepción negativa de la naturaleza nómada y migrante, ya que considera el enólogo que es precisamente el movimiento lo que le da fuerza al ser humano.
La jornada inició con Espuma de Piedra, un vino espumoso 100% Sauvignon Blanc
Música regional acompañó todo el recorrido
Ostras de Baja California
Vino Espuma de Piedra EP+bn
Posteriormente Mariana Silvia, representante de la Hacienda San Andrés Retana nos platicó de la propiedad en la cual su familia tiene más de 40 años habitando ese hermoso lugar, su esposo, el chef Marco Margain estuvo a cargo de los alimentos que disfrutamos y así inicio un día para vivir una experiencia gastronómica campirana muy a su estilo desenfadado.
Nuestro recorrido pasó por entre las milpas y cultivos de habas, amaranto y frijol. En pleno valle rodeados de milpas nos esperaban con el vino Ácrata La Tacha el cual es un rosado con color intenso, aromas ligeramente herbales y en boca estallan los aromas de frutos rojos silvestres frescos el cual se me hizo ideal para el acompañamiento: diminutas ollas de esquites con un toque gourmet y elotes tiernos que asaban al momento y por supuesto la música que nos seguía en todo momento.
De vuelta en la hacienda nos llevaron a conocer una pequeña granja donde tienen cerdos, chivos y gallinas. Al calor del medio día nos sirvieron el vino Estación Porvenir blanco. De color pajizo con destellos verdes, notas en nariz a manzana verde, pera, muy frutal en conjunto y que en boca presentó acidez bien integrada con el alcohol, que nos hizo salivar para armonizar con unas deliciosas tostadas de quelites y rollos de sushi con un estilo mexicano, envueltos en col y bañados en salsa de soya. Una delicia de sabores.
Mariana Silva de Hacienda San Andrés
En Hacienda San Andrés existe producción de diversos cultivos
El maíz uno de los principales cultivos de la hacienda
Winemaker Thorsten Schocke colaborador de los proyectos de Hugo D'Acosta
La música otorgó momentos de alegría en medio de los valles de cultivo
Enólogo Hugo D'Acosta ha sido clave en la historia moderna del vino mexicano
Elotes cocidos en una fogata fueron el delicioso aperitivo
Seguimos la ruta hasta llegar a la parte más fresca de la hacienda, una especie de granero en donde la altura de sus paredes reconforta el acalorado cuerpo con solo entrar y en el ambiente se percibe la humedad de esos muros al estilo de las construcciones del siglo XVIII. El contraste de la obscuridad te cegaba momentáneamente al entrar.
Una vez ajustada la visión, nos dispusimos a degustar el vino llamado Contraste, el cuál estaba en el umbral de una puerta que dejaba caer un torrente de luz al recinto y que servía de marco para entrar a un enorme y hermoso jardín donde un árbol solitario entrelaza sus ramas. No resistí la tentación y rodée el árbol con mis brazos para absorber su energía positiva.
Poco más adelante se encuentra la capilla. De fachada amarilla y con una enorme cruz, dónde se antojaba descansar independientemente de las cuestiones de fe. En el lugar nos acompañó música y vino. Tocó el turno a Paralelo Ensamble Colina ser servido en compañía de unas brochetas de conejo, mientras que para los que no comen carne éstas fueron de berenjena y calabaza asadas al momento ¡delicioso!
Vino Ácrata La Tacha y elote cocido
Vino Estación Por Venir
Tostada de quelites
Vino Contraste Continental
Vino Paralelo Ensable Colina
Enólogo mexicano Hugo D'Acosta
Seguimos a Mariana que en todo momento nos compartía detalles del lugar hasta llegar a un pequeño jardín con cómodas sillas. Esperábamos la comida formal que había planeado el chef Marco Margain. Entre la algarabía del grupo, el chef tenía una paellera donde realizó un risotto con setas y hongos ya preparados, amaranto, fondo de conejo y queso Cotija que resultó una extraordinaria combinación. Mientras disfrutábamos del vino 5 Estrellas y Hemisferio se cocían tortillas hechas a mano con maíz azul.
Cuando la comida estuvo lista, nos invitaron a pasar a un gran salón donde la mesa lucía pulcra de mantel blanco. Pronto se sirvió la ensalada y el risotto con las tortillas del comal ¡fueron una verdadera delicia! Cerramos la comida con uno de los de los vinos más emblemáticos en México y con el cual uno siempre ubica fácilmente a Hugo D'Acosta: Vino de Piedra.
Del Vino de Piedra se sirvió la añada 2010 en formato magnum. Un vino con potencia: frutos maduros, especias provenientes de la barrica y su intensidad lo hacen un vino redondo. A lo largo del recorrido se demostró que los vinos vinos de Baja California van muy bien con la comida mexicana.
Tendidos sobre el césped, disfrutando de música de jazz terminamos felizmente una vendimia completamente diferente a las demás, entre el maíz, los volcanes y por supuesto, disfrutando de buen vino mexicano.
Chef Marco Margain (Broka, Cd. de México)
Mariana Silva recibiendo a los invitados a la mesa
Vinos Hemisfero y 5 Estrellas
Chef Mónica Patiño, Matilde Morales y mayora Angeles
La gastronomía mexicana y la pasión por el vino mexicano fueron el común denomidador
Vino de Piedra, vino emblemático de la historia moderna del vino mexicano
Sobre Norma Zárate: Sommelier profesional por la Asociación de Sommeliers Mexicanos. Representante de Viñedos y Bodegas Encinillas, Domaine Paul Mas y Tall Horse, docente y comunicadora.
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