Yucatán ofrece serie de creativos cocteles

Cócteles basados en Mezcal con inspiración en el mundo Maya

La mixología en La Casona Yucateca ofrece un sincretismo con la milenaria cultura Maya, obteniendo como resultado cocteles originales y deliciosos

Por Marco Miranda

La Casona Yucateca, de inauguración relativamente reciente, ubicada en Moliére, calle de obligada visita para el sibarita, nos deleitó con una andanada de cocteles creativos y bocadillos a la altura, un paseo maya. En su espaciosa terraza del tercer piso, los protagonistas fueron las versiones joven y reposado del mezcal Los Amantes. Con la guía experta de Ferrán Bel, un afable catalán que se ha zambullido de lleno en el mundo del mezcal. Disfrutamos de diversos cocteles, todos ellos bautizados con nombres mayas.

Mencionando sólo algunos, el Yum Kaax (dios del maíz), elaborado con mezcal Amantes reposado, Frangelico, Baileys, pistache natural, leche evaporada, jarabe natural y tortilla en polvo, fue una experiencia dulzona de equilibrado placer; mientras que el Ah Muzen Kab (dios de las abejas y la miel) es, acaso, la versión de la Casona del carajillo español, un ensamble de Xtabentum (un cordial de anís y miel), mezcal Amantes joven y una carga de expreso, tan agradable que invita a repetir la experiencia.

Ferrán Bel explica los cocteles basados en mezcal Amantes

Tostadas de atún

Además, degustamos el Yaxchilan (piedras verdes), hecho con mezcal Amantes joven, jugo de naranja y tomate, axiote, jugo de limón, rebanada de piña y de tocino; así como el coctel Mezcal Macho, una combinación de mezcal Amantes joven con chile habanero, escarchado con sal de chirimía.

Además de las preparaciones con mezcal, el mixólogo Hugo Fragoso ha creado otras propuestas interesantes, como el Kukulkan (serpiente emplumada), un muy refrescante trago elaborado con ginebra, Midori, hojas de salvia, jugos de limón y naranja, jarabe, salvia y twist de naranja.

Tostadas con diferentes ingredientes

Tortitas de tradicional cochinita pibil

Para cada coctel, la magnífica anfitriona Gina Saade nos ofreció un abundante maridaje, que incluyó cochinita pibil, salbutes, tortas de cochinita, pan al horno de leña y kibis ahumados (cebolla curtida, carne molida de res, menta fresca, trigo y polvo de habanero).

Por cierto, el parecido con el clásico árabe, Kippe, no es coincidencia: Gina, ella misma de origen libanés, explicó que la cocina yucateca tiene una considerable influencia del medio oriente. Un sincretismo que la Casona integra muy placenteramente.

Sobre Marco Miranda:
Experto periodista gastronómico y catador de vinos. En búsqueda constante por las nuevas tendencias en la industria del vino.

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