Espuma que se forma en el vaso ayuda a
preservar los aromas de la cerveza por más tiempo


Si piensas en una cata de inmediato se te viene a la cabeza el vino, pero ¿qué tal una cata de cerveza? Sí, la cerveza también se cata, y existen una serie de pasos para apreciarla en todo su esplendor.

Guillermo Ysusi, Beer Server para Cerveceros de México, nos dice que al catar una cerveza lo fundamental es estar mucho más atento a los aromas y sabores. No se trata de iniciar un rito ceremonial con cada cerveza, sólo de probarla con mayor atención.

Para iniciar la cata lo primero que debes saber es que cualquier cerveza hay que servirla en un vaso o copa. Esto es para apreciar mejor el color de tu cerveza, pero también para que las burbujas disueltas salgan fácilmente y no te llenes de gas. Además, la espuma que se forma en el vaso ayuda a preservar los aromas por más tiempo.

Una vez servida, hay que apreciar el color. Puede ir desde tonos paja o amarillos muy ligeros hasta ser casi completamente negra, pasando por tonalidades doradas, naranjas, ambarinas, rojizas y cafés. Esto nos indicará que tan tostados estaban los cereales que se usaron para elaborar la cerveza y, con un poco de práctica, qué aromas y sabores esperar de esos tonos.

Mientras más oscura es más tostada, ¡pero cuidado!, eso nada tiene que ver con que tenga más alcohol.

Después, hay que oler la cerveza. Esto es lo que debes buscar: las de color más ligero te recordarán el aroma de los cereales, masa de pan o galletas, mientras que otras más oscuras te llevarán a pensar en caramelo, nueces o incluso café y chocolate. Estos aromas provienen de los cereales y su nivel de tostado.

También debes estar atento a los aromas de pasto, flores, cítricos y otras frutas que provienen de los lúpulos —las flores que dan aroma y amargor— e incluso aromas de especias como clavo o cardamomo que son generados por las levaduras. La presencia de estos olores y la intensidad varía de cerveza a cerveza.

Lúpulo otorgan aroma y amargor a la cerveza

Ahora sí llegó el momento de probarla. El sabor debe ser parecido al aroma la mayoría de las veces, intenta apreciar qué tan densa es —si es pesada o ligera—, qué tantas burbujas tiene y en general, cómo se siente en boca.

No vas a notar algunos de los sabores que le da el lúpulo (y que oliste antes) sino hasta que la hayas tragado. Fíjate que notas quedaron en boca y cómo cambió el sabor cuando pasó por la garganta.

Puedes encontrar cervezas amargas, dulces e incluso saladas, pero muy pocos estilos son intencionadamente ácidos, así que si te topas con alguna que sepa a limón o vinagre, algo está mal.

Intenta seguir estos pasos al menos antes del primer trago de tu cerveza. Verás que encuentras cosas que nunca antes habías notado.

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