Qué tal, queridos amigos y amigas. Estuve revisando unos libros que tienen que ver con el mundo del vino y, en lo que ponía orden en mi biblioteca, me encontré con muchos libros que no son sobre el vino, pero que citan a este producto.
Este hermoso líquido ha sido la inspiración de muchos escritores de todos los tiempos, a los cuales me los imagino bebiendo y armando sus historias o novelas, haciendo un paseo por todos los sentidos, conjugando sabores, aromas, colores y algo de buena comida.
Cuánta pasión ha arrastrado el vino para que haya cientos de autores y escritores que han dedicado al menos unos versos en honor del vino. Si hacemos un repaso por siglos anteriores descubrimos cómo el vino (o el alcohol en general) ha movido las “musas inspiradoras” de grandes genios de la literatura universal.
Acompáñenme a recorrer esta pasión consumada en una copa de vino:
El vino fue un compañero inseparable de Lope de Vega y también del poeta Francisco de Quevedo, y del Siglo de Oro en casi su totalidad. Un ejemplo muy marcado es del escritor español Arturo Pérez-Reverte, quien le rinde un pequeño homenaje a Lope de Vega mostrándolo en la saga de “El capitán Alatriste” como un borracho espadachín y mujeriego, en un ambiente mesonero del siglo XVI, sucio y maloliente.
Bebedores
Muchos otros escritores, en sus etapas de grandes pensadores, tuvieron pasión por escribir y ensalzar a la figura del vino. La lista es encabezada por Truman Capote, Catulo, Rubén Darío, Fedor Dostoievski, William Burroughs, Scott Fitzgerald, Ernest Hemingway, Ovidio, Li Po, Edgar Allan Poe, Dylan Thomas y Graham Greene, entre otros, que le dieron rienda suelta a la pasión por escribir y beber.
Pienso en que el alcohol ha sido la fuente de su magna inspiración y también que cada vez que me siento a redactar la columna de los viernes lo mejor es tomar con medida una copa para relajarse y dejar que las musas hagan su trabajo de inspiración para llegar todos los viernes a sus casas.
Y si hablamos de títulos de libros que tienen que ver con el alcohol o con los vinos, aquí voy a dejar algunos, seguramente algún lector los haya tenido en sus manos y, si no, es bueno que se dé una vuelta por la librería de su preferencia y vea lo que escribía esta maravillosa gente con la inspiración de unas buenas copas de vino:
“El perseguidor”, de Julio Cortázar; “Las botellas y los hombres”, de Julio Ramón Ribeyro; “La espuma de los días”, de Boris Vian; “La leyenda del santo bebedor”, de Joseph Roth; “Notas de un viejo indecente”, de Charles Bukowski; “Las puertas de la percepción”, de Aldous Huxley, y la lista sigue.
Les voy a contar un secreto: la mejor inspiración es una buena copa del vino tinto que tengan en casa, y luego, a escribir.
Sobre José Carlos Palacios: Nacido en Argentina, actual docente de la Universidad Anáhuac de Mérida Yucatán y Head Sommelier del Yucatán Country Club
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