Enólogo Patrick Meraz de Bodegas Casa Rojo (España)
visita México para compartir la filosofía de sus diferentes etiquetas
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La Bodega Casa Rojo, Enología Creativa es encantadora. Deliciosa combinación de creatividad, seriedad enológica y terruños privilegiados resultan ser los argumentos. Conceptos vitivinícolas que pudimos comprobar hace unas semanas con la visita de Patrick Meraz, su asesor en enología en la exquisita cena maridaje llevada a cabo en el restaurante Padella en el barrio de San Miguel Chapultepec.
Patrick Meraz se graduó del programa de enología en Montpellier y trabajó para el prestigiado Château Haut-Brion, para después desarrollar una sólida carrera en viticultura en otros viñedos de Burdeos. Más adelante tomó las riendas de la enología en Château Larrivet Haut-Brion hasta incorporarse hace poco a Casa Rojo.
Como parte de la búsqueda de la excelencia en la bodega Casa Rojo, han empezado la construcción de su propia bodega en la región de Jumilla. Adicionalmente han realizado mejoras para diversos vinos en las otras regiones de España en dónde producen sus valiosos vinos.
Para Patrick el vino es simplemente toda su vida, “el vino es como un libro, un vino tiene que contar una historia que al igual que un libro debe interesar hasta concluirlo” explica el enólogo franco-español, “lo que intento es interpretar las diferentes regiones de España, cada una con su personalidad propia, yo soy un traductor de terroir” afirma Meraz en referencia de convertir la fruta de una región en un excelente vino.
Parte del trabajo del experimentado enólogo se ha concentrado en los nuevos proyectos de la empresa en dónde destaca la construcción de propia bodega, pero igualmente aportar nuevas ideas con respecto al tiempo de vendimia y algunos ajustes en el proceso de vinificación.
En el restaurante Padella se llevó a cabo la presentación de las etiquetas de Casa Rojo
"Yo soy un traductor de terroir" -Patrick Meraz. Enólogo.
La cocina de Padella agasajó a sus invitados sirviendo un preciso maridaje para cada vino de Casa Rojo. El espumoso “Molto Negre” (D.O. Cava, Trepat) acompañó un fresco shot de salmorejo. Fina burbuja y aromas de algunos cítricos y pan tostado se manifiestan en copa.
El “Gordo del Circo” (D.O. Rueda, Verdejo) se degustó en conjunto con una fantástica tapa de burrata. El "Gordo" en cada una de sus versiones ha sido un vino de gran frescura. Notas frutales predominan y en paladar presenta una refrescante acidez. Uno de los consentidos de la bodega.
“Macho Man Monastrell” (D.O.P. Jumilla, Monastrell) fue la pareja de un goloso fricassé de pollo. Es un vino muy completo que ofrece atractivos aromas frutales y un buen balance en paladar con una tanicidad moderada. De acuerdo a lo comentado por los importadores, uno de los vinos más apreciados en el mercado.
También se tuvo la oportunidad de abrir “The Orange Republic” (D.O. Valdeorras, Godello) recién llegado al país. Detrás de su espectacular diseño de etiqueta -como ocurre con todas las de la empresa-, se encuentra un vino delicioso con aromas a pera y durazno que en paladar se manifiesta con untuosidad y complejidad, atribuidas en cierta medida a un descanso de cinco meses con sus lías. Acidez refrescante lo hizo una muy grata sorpresa durante la velada.
Por otro lado “Maquinón” (D.O.Q. Priorat, Garnacha) y el encantador “Alexander vs The Ham Factory” (D.O. Ribera del Duero, Tinta Fina) fueron destinados para unos contundentes gnocchis de rabo de res. El de Priorat, un vino laureado en concursos y publicaciones es un vino complejo, dotado de aromas de frutos rojos maduros y presencia de notas especiadas, un tanto corpulento y de final largo, le fue muy bien a los marcados sabores de los gnocchis.
Sin embargo sigue siendo "Alexander vs The Ham Factory" el vino más atractivo, quizás a su naturaleza más frutal pero de aromas profundos que se acompañan de especias y notas mentoladas. En paladar taninos pulidos y acidez justa, en resumen un exquisito vino.
Al paso de vinos y platillos se fueron revelando diversas anécdotas de la Bodega, así como los planes a futuro. Notable el hecho de que cada vino expresa su origen con franqueza presumiendo su personalidad única. Aun cuando sólo algunas etiquetas ya han sido producidas bajo la supervisión de Patrick Meraz, en general son vinos de aromas francos, distintivos que sumados al equilibrio presente en el paladar, resultan siempre una grata experiencia.
Agregando la experiencia de Meraz a la calidad ya existente en Casa Rojo, la promesa es alentadora en esa búsqueda de vinos de mejor manofactura aún, confirmando la virtud de la empresa en manejar el estilo moderno para cada región sin perder su espíritu, adornados con un sello visual sumamente atractivo parte de su irresistible encanto.
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