Una fiesta de ron para los amantes de la vida

Tragos coquetos con ron Baraima

Por Viko Lukániko
Twitter: @gallolukaniko

Una noche de ron te cambia el mood automáticamente; ahora bien, si tienes al alcance las mejores marcas de la reconocida bebida caribeño, entonces puedes convertir las horas en una eterna fiesta tropical. Con tanta calidad a la mano en el Festival #NadaComoElRon, al fin acepté que el ron se puede tomar solo o en un coqueto cóctel, pero nunca a solas.

Festival Nada como el Ron en CDMX

Mi prejuicio contra el ron nació con esas imágenes de la juventud donde el liquido era mezclado sin control con refresco y hielo. Es tanta la resaca de imaginarlo, que por mucho tiempo no lo tomé, siempre lo evadí.

Pero el capitán del barco me había encomendado cubrir el Festival #NadaComoElRon, evento patrocinado por La Europea en la Ciudad de México. Encubierto como un godinez de segunda, entré al evento con cautela. Sentí de sopetón el alegre ambiente, de peligroso hedor para un martes en la noche. En unos pasos me encontré con el puesto de la marca Capitán Morgan, donde un bella pirata con paliacate y un bucanero con esteroides me recibieron con el primer trago de la noche.

Me preguntaba si el ron debe tomarse solo o mezclado con otros ingredientes. El eterno debate entre conservadores y liberales.

Continué mi recorrido por el recinto. Reconocidas marcas como Havana Club, Baraima, Flor de Caña y Bacardi acaparaban el evento regalando bebidas al por mayor. Otros más pequeños como La Gloria y Ron Abuelo se esmeraban en presentar con paciencia los detalles de sus bebidas.

Ron Flor de Caña

La primera marca en llamar mi atención fue ron La Gloria, los nuevos en el barrio. Dueños del proceso, desde la zafra hasta el añejamiento en barricas de bourbon, son un producto 100% nacional operado históricamente desde el ingenio La Gloria, en el estado de Veracruz.

Ron La Gloria de Veracruz

Su tradición se deleita en cada trago, donde cuatro años de añejamiento hacen su presencia en el paladar. Es la tradición caribeña perfeccionada en México, con una presentación de lujo que atrae a la vista.

Continué mis pasos con algunas dudas sobre la tradición. Me preguntaba si el ron debe tomarse solo o mezclado con otros ingredientes. El eterno debate entre conservadores y liberales. Justo cuando me perdía en el soliloquio, llegué hasta el stand de ron Baraima, una marca que claramente no duda del potencial de su producto en la coctelería. Me atendieron con coloridos tragos de ron con kiwi y otras frutas tropicales que reventaban el vaso de alegría. Lo tomé. Dulce, muy dulce para mi gusto, pero reconocida medicina para las personas de sangre pesada.

Del lado contrario estaba José Pérez de ron Abuelo, para quien los 12 años de su producto te obligan a disfrutar el trago solo, para disfrutar del aroma y el sabor obtenido en su paso por barricas. En Panamá se deja reposar hasta que su esencia de caña alcanza una mezcla divina, pues se somete al añejamiento en barricas de bourbon. Sus marcas selectas, después de 14 años de añejamiento, son cambiadas a barricas de jerez, oporto y coñac, sumando un sutil grado en el sabor de la bebida.

Para cuando la noche estaba en su cenit, yo estaba engarzado con el alma del ron. Y así, encendidos por el caribe en la sangre, el Festival #NadaComoElRon me confirmó al ron como bebida obligada del buen paladar, y platicando entre carcajadas, supe que el ron puede tomarse en un trago coqueto o puede tomarse solo, pero eso sí, jamás a solas.

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