Sensaciones frías en la #CataGlace de helados artesanales

Helados Glace se distinguen por su técnica francesa de elaboración
y sus ingredientes de alta calidad


Por Viko Lukániko
Twitter: @gallolukaniko

Una cosa es probar un helado mundano, y otra muy diferente degustar un helado Glace mientras te explican, cual fría autopsia, qué estas probando y por qué el sabor es tan dulce como disfrutar un beso de helado de ángel.

Los helados Glace están elaborados con ingredientes orgánicos

Una cata de helados es un evento que sólo sucede durante los veranos lluviosos de la Ciudad de México. Nos llamaron a reunirnos en Barrio Alameda, un viejo complejo restaurado que ahora hospeda propuestas artísticas y gastronómicas como Helados Glace. Ellos se presumen como una empresa de helados artesanales elaborados con ingredientes orgánicos, detalles que me obligaron a subir la guardia. ¿Dónde he escuchado yo esto? Escéptico como una estatua, permití que la presentación de Mauricio Villavicencio, heladero de cabecera de Glace, me ilustrara sobre el universo de los helados.

Mauricio Villavicencio, maestro heladero de Glace


Durante la charla supe que empresa lleva 4 años en el negocio de los helados, inspirados en la escuela francesa para la preparación de los postres polares. Antes de iniciar la cata de helados, Mauricio nos aseguró que la gran diferencia entre ellos y el resto, es que ellos mantienen un rígido control sobre la preparación de la base. Su estricto manejo de ingredientes y temperaturas sería responsable de ser el extra que los separa del resto de helados en el mercado.

Batalla de helados en #CataGlace
Fue entonces que Mauricio inició la cata en forma de batalla, ofreciendo una versión comercial y su propia versión de helado para que comprendiéramos en carne propia las diferencias. Con una sola lamida, pude detectar rápidamente la concentración de sabores artificiales del supuesto helado de frutos exóticos de marca misteriosa. Cosa contraria fue al probar el helado de Glace, que se derretía armónicamente por mi lengua.

Durante la sesión, nos ayudó a detectar helados que cuentan con emulsificantes para unir el agua con la grasa. Básicamente todo seudo-helado cuya textura sea chiclosa o genere ligas, habla de un helado en cuya base se agregó el ingrediente industrial. No es que sea malo, pero si demerita mucho en su calidad.

Cata de helados de vainilla
Esto lo demostró en una prueba de vainillas, los reyes en mi paladar. Y mientras el falso helado presumía una densa nata y te dejaba una gruesa capa en el paladar, el helado de vainilla de Glace pronunciaba con delicadeza la poesía de la vainilla, envuelta en una textura suave que me enamoró perdidamente.

Al término del evento, ya habíamos probado el helado de cardamomo y el de sal con caramelo, alfiles de la casa. Pronto supe que cada domingo, el heladero se complace con nuevas creaciones que ofrece en el santo día del ocio. Completamente convencido de su carácter artesanal y orgánico, me permití que el azúcar recorriera apresurada mi torrente. Al final, estábamos todos alegres por esta cata de helados Glace que sirvió como un recorrido por la química de un postre que alegra el corazón de jóvenes y adultos sin distinción.


Glace Helado Artesanal
Barrio Alameda
Dr. Mora 9 L-2
Centro, Ciudad de México

T. 5512-6825


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